Situado en el termino municipal del precioso Castellar de la Frontera, entre alcornoques, encinas y acebuches, este antiguo molino de agua, perteneció al ducado de Medinaceli.
Estupendamente rehabilitado por su actual gerencia, dispone de amplias instalaciones, para celebraciones de grupo, comedores privados, patios y carpas, con un exquisito gusto en la decoración y en los detalles. Aúna la estupenda materia prima de la zona, carnes y caza dotándola de un toque vanguardista. El venado, jabalí, la presa del cura y la carne retinta de la zona. Imprescindible la cena-buffet parrillada, en su carpa de verano, animada por música Dixie-land en directo.